Carta de Imelda a su media naranja
Carta a… *
Escribo esta carta que sin duda no voy a entregarte, pero la escribo para plasmar en ella lo que de frente no podré confesarte. Aclaro, tengo la ligera esperanza de que al leerla puedas un poco pensar que es dirigida a tu persona o que los amigos que tenemos en común te comenten con indirectas que existe alguien que no te borra de su mente.
Aún recuerdo el día , la hora y el lugar, recuerdo cruzar esa puerta, observar al resto de las personas y detener la mirada en ti, verte tranquilo, sereno e interesado en lo que se realizaba.
Una mirada, un saludo y esa sonrisa bastaron para querer acercarme a ti, sin conocer siquiera tu nombre comenzó a nacer algo en mi, tu rostro y tu vos se grabaron en mi mente, para que siguiera creciendo la emoción que siento al verte.
Por el momento te veo lejano, como algo imposible el que yo pueda siquiera estar a tu lado, reitero, la necesidad de expresarte en esta carta las palabras que liberan por el momento a mi corazón, lo liberan y la ansiedad por no tenerte, de la realidad y de no poder verte.
Mis letras son el recuento de noches donde te apareces en mis sueños, de días en los que sonrío cuando apareces fugazmente en la pantalla y de la urgencia de ser sincera conmigo y aceptar que no es algo pasajero.
*Por: Imelda Lizbeth Chávez Flores
Etiquetas: carta, Imelda Lizbeth Chávez Flores, México
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