MORADA.

Mi casa es pequeña
pero cabe todo el amor del mundo
y sobra espacio.

No hay lugar
para tulipanes
pues ya la tengo llena de orquídeas.

El patio es pequeño
pero en él
se acuestan millones a ver estrellas
y otros
a darles colores a las nubes.

La puerta de mi casa
¡Hay mi puerta!
no es nada ancha
y al oír el ruido causado por el bailar
de las mesas
entramos cientos a la vez.


El techo de mi casa
lo tocan hasta liliputienses
pero cuando toca repararlo
se necesita una enorme escalera.

Las paredes de mi casa
todas son transparentes
sin embargo sólo los transeúntes
pueden ver lo que hacemos
-los que estamos dentro-
nosotros no vemos el acontecer de afuera
por ser muy inhumano.

-pero sabemos la realidad-

La despensa de esta casa es mínima
y sin vivir ningún Dios
multiplicamos lo existente
menos los panes y peces para evitarlos
alguna demanda de propiedad intelectual.

Mi casa es pequeña
pero cabe todo el amor del mundo
y sobra espacio
y en la cual las comidas
las paredes
los techos
las puertas
las mesas
y todo lo que la habitan
sin tener
la mayoría de veces un tan solo oído
oyen mí declamar.