Desde la orilla del Tormes*
Desde la orilla del Tormes
Aforismos para el Verano / 2
1) La paz también se mantiene con sonoras muestras de repulsa. Palomas y olivos no son suficientes.
2) Buscarán arrebatarte todo, pero nunca obtendrán la resonancia de tu eco.
3) La tolerancia no debiera ser motivo de asombro, salvo cuando esté vacía de contenido o se aleje de lo justo.
4) Tuérzanle el cuello a la nodriza del odio.
5) No olvides nunca que sagrada es la hospitalidad y bienaventurados quienes la practican.
6) El humor humaniza al hombre.
7) Tanto humo sólo permite que atisbes sombras de la realidad.
8) Amarra la enorme exhibición de tu ego. Mejor todavía: ponle grilletes a su esqueleto.
9) La pintura, como la poesía o la música, es lenguaje de libertad.
10) No establezcas fronteras o clasificaciones, ni siquiera en tu trato con los demás.
11) Hablar de lo justo, de aquello que dignifique a todos los hombres.
12) Solo ante mi mujer. El deseo ya existe sobre la carne, mientras que el alma es intensamente irrepetible, de inmensidad a inmensidad la estela de sus viajes íntimos. Mujer, imperio de mi sobrevivencia.
13) Deja de perseguir séquitos.
14) ¡Afina tus ejemplos pues, en su preñez, darán sentido a la médula del mayor convicto: aquel que resultó el Elegido!
2) Buscarán arrebatarte todo, pero nunca obtendrán la resonancia de tu eco.
3) La tolerancia no debiera ser motivo de asombro, salvo cuando esté vacía de contenido o se aleje de lo justo.
4) Tuérzanle el cuello a la nodriza del odio.
5) No olvides nunca que sagrada es la hospitalidad y bienaventurados quienes la practican.
6) El humor humaniza al hombre.
7) Tanto humo sólo permite que atisbes sombras de la realidad.
8) Amarra la enorme exhibición de tu ego. Mejor todavía: ponle grilletes a su esqueleto.
9) La pintura, como la poesía o la música, es lenguaje de libertad.
10) No establezcas fronteras o clasificaciones, ni siquiera en tu trato con los demás.
11) Hablar de lo justo, de aquello que dignifique a todos los hombres.
12) Solo ante mi mujer. El deseo ya existe sobre la carne, mientras que el alma es intensamente irrepetible, de inmensidad a inmensidad la estela de sus viajes íntimos. Mujer, imperio de mi sobrevivencia.
13) Deja de perseguir séquitos.
14) ¡Afina tus ejemplos pues, en su preñez, darán sentido a la médula del mayor convicto: aquel que resultó el Elegido!
15) Si veis que las uvas agrias se fermentan, os ruego apartar los labios de su vino: no sea que la ponzoña del odio ingrávido embriague la conciencia de los que auxilian.
(*) Por: ALFREDO PEREZ ALENCART
(Escritor y profesor de la Universidad de Salamanca)
Etiquetas: Aforismos para el Verano, Alfredo Pérez Alencart, Desde la orilla del Tormes, Salamanca
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