Desvelo*
Ahora, cuando todo oscurece y solo la luz de la luna muestra su intensidad, comienzo a pensarte de nuevo.
El insomnio ha llegado puntual como siempre y me regala sonidos que parecieran decirme tu nombre.
Cómo llevar al ajetreado día el valor que tomo por las noches, cuando me digo: voy a mostrarle mis sentimientos a ese hombre.
No es algo sencillo, simplemente es cuestión de tiempo, sí, de tiempo, tranquilidad y perseverancia, de tomar la decisión adecuada.
Ahora que termino de escribir, igual que en los minutos que dedique a esa carta, tu nombre, tu sonrisa y tu voz de mi mente no se apartan.
Por: Imelda Lizbeth Chávez Flores
Sem comentários:
Enviar um comentário
Comentários anónimos, sobretudo falando de tudo menos do texto ou imagem a comentar não serão publicados.